sábado, 31 de diciembre de 2022

¿Dónde estás, pequeña Wendy?

 


Abre tu ventana y vuela nuevamente

vuelve sólo por esta noche

sobre la niebla londinense

al País de Nunca Jamás.

 

Siéntame en tu regazo

para zurcir de nuevo

a mis pies de duende

esta sombra traviesa

de caballo desbocado,

este impulso vital,

esta fuerza divina,

esta pulsión irrefrenable,

este torrente sin cauce.

 

Ayúdame a encontrarte,

liviana y maternal

tejedora de sombras.


 

Pide a Ariadna su hilo

para salir de este laberinto,

antes de que el Minotauro

me encuentre de repente,

antes de que mi sombra

ay, bala perdida,

se pierda para siempre.

 

¡Rápido, Wendy! ¡Es urgente!

El Sol está quemando fuerte

y derrite ya la cera de mis alas.

 

Vuelo demasiado alto, demasiado lejos

sin el lastre de mi sombra,

¿qué diré a Dédalo cuando caiga?

¿qué pasará si Garfio me atrapa?



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