miércoles, 28 de octubre de 2015

Lecciones de Tlalpan


Volver a México quince años después
de aquella Luna llena de octubre,
Sentir aún el brillo del glaciar sobre el pecho de la mujer dormida
Sumergirse de nuevo en aquel océano sombrío de luces
Descubrir el poder de la audacia y la prudencia
 cuando juegan sin temor
Aprender a caminar cada paso
con el coraje de la urgencia
y  la paciente serenidad de la Historia.

Dejarse seducir por el cadáver sensual de La Catrina,
y venerar en silencio la sencilla timidez de Guadalupe,
Allá donde Cortés quemó sus naves
permitir a Ulises retornar fiel a Ítaca, atado a su mástil,
descubrir que las sirenas que entonan dulces melodías
no están fuera del barco sino dentro de su mente.
“No soy yo … es mi cerebro
convertido en una bomba de oxitocina,
hormona de amor y confianza infinita”

Bailar, bailar, bailar…  hasta que todo se resuelva
dejar que Eros dance entre nosotros
para que Tánatos viva celoso su propio duelo.
¿Para qué la revolución si no es para bailar?

Penélope transformada en dragón
cuidando el fuego de su altar.
Telémaco enfermo sin Mentor.
¿Quién blandirá tu arco?

Navegar en horizontal y vertical,
entre moteles y conventos,
celebrar lo mestizo y lo trigueño, lo mulato y lo zambo.
Honrar el color de la piel de la tierra,
Visibilizar lo Invisible, Nombrar lo Callado
Tangibilizar lo sutil,  Evidenciar lo evidente
Amar lo que Es,  Abrazar la Rabia,
Caminar hacia atrás,  Aceptar el Orden de Llegada.

Avanzar en el caos de la niebla,
mientras el puente se construye
desde el futuro que emerge
hoy en cada piedra que intuye
y se hace presente, presente.

Un abuelo y una abuela se dicen en sueños
”Tú estás ahí y yo estoy aquí, y está bien.
Escucho tu dolor, Comparto tu esperanza
Ese es tu camino y este es el mío, y está bien.”

Altares, dulces, guirnaldas, velas y flores
Morir para vivir… vivos celebrando a sus muertos
en cada calle vivos colores
muertos que viven mejor muertos que vivos
vivos que no descubren que murieron
cuando olvidaron el juego.

Cuando parece que está todo perdido
abrir nuestro corazón,
soplar las brasas, cuidar del fuego sin quemarse
pues donde hubo fuego, brasas quedan.
Las cenizas se las lleva el viento,
para que renazca el Fénix sobre el trono de Etiopía.

La Nada se apodera de Fantasía…
Y por ende, Atreju, Fujur, Gmork, el Comepiedras,
la emperatriz en su torre de marfil,
Calypso y su gorrión pirata,
… están dentro de cada uno, no fuera.
Desmontar el triángulo Víctima, Victimario y Salvador
encarnando al guerrero y la partera en un solo cuerpo.

Reírse de culpas milenarias, abrazar al terrorista interior,
Reconocer lo sagrado de cada ofrenda.
Interpelar a la autoridad, hacer justicia en cada pregunta.
El tequila se toma, pero el mezcal se besa.

Velas del corazón verde de la tierra
y del corazón azul del cielo
se funden en el centro.
Invocar a los espíritus en kichwa, kak´chekel y kiché
horizontes donde nace el Sol amarillo y se pone rojo
del viento blanco y del agua morada
Apagar la vela con una flor de su color,
en el orden correcto e incorrecto,
soplar la caracola a los cuatro vientos,
rezar en la lengua de mi abuela.

Tejer el entramado que nos une
Entrelazar nuestras historias para tejer juntos la Historia
Sanar nuestros vínculos para zurcirnos en la trama del vivir
Darnos cuenta de lo que fuimos, somos y seremos
Descubrir los flujos de energía que vienen y van…
dinero, cariño, información, poder, conocimiento.
Invitar, aceptar, perdonar, pedir,
ofrecer, conversar, escuchar, Jugar…
esas cosas que hacemos los humanos.

El llamado de la Madre Tierra es el llamado del Padre Cielo
es el llamado de la montaña,
el llamado de la selva y de la salvia
es el llamado de nuestros ancestros
es el llamado de nuestros hijos y las generaciones futuras
a construir la paz, a recordar
el buen vivir en dignidad y en armonía.

Un cañonazo por cada desaparecido…
El paraíso  y el inframundo de Xibalbá están en este
Uno, dos, tres…
 … cuarenta y tres,
… cientos…. miles…
 Tlatelololco, Ayotzinapa, Tijuana, Acteal
En Lonquén y en Tiananmenn
¿Cuántos recordados? ¿Cuántos olvidados?
Todos hijos del maíz, del linaje de Malintzin
La tortilla se quema en el comal,
mientras el humo del guerrero transformado en volcán
se confunde con las nubes hasta la próxima aventura.

lunes, 12 de octubre de 2015

Abundancia y Escasez

"La cosecha es abundante
 y los obreros escasos."
 (Mateo 9, 37)

En los confines del mundo,
allá donde la Tierra pierde su casto nombre,
había una vez dos países en un sólo territorio,
Se llamaban Abundancia y Escasez.
Sus habitantes se llamaban abundantis y escasitos, respectivamente.

Los profetas de Abundancia olvidaron los límites planetarios.
Los agoreros de Escasez lucraban con el miedo.
Los feligreses de Abundancia creían en la teoría del chorreo.
Los que vivían en  Escasez conocían muy bien las goteras.
Los abundantis opinaban de los escasitos:
 "pobres miserables e ingratos  de poca fe". 
Los escasitos opinaban de Abundancia:
"obscena e inalcanzable opulencia".

Los escasitos trabajaban en los Centros comerciales de Abundancia,
 y con frecuencia se sobre-endeudaban para vivir como sus clientes y patrones abundantis.

-"La abundancia te lleva a la colaboración. Bienvenido a la era de la economía colaborativa" -decían los abundantis innovadores. Colaboraban sus farmacias, colaboraban sus mineras, sus industrias de pollos, colaboran sus empresas pesqueras con sus senadores, colaboraban sus multinacionales. Hasta las plataformas de su economía colaborativa se habían convertido en monopolio.

Mientras tanto, los escasitos, murmuraban: 
-"Colaborando sobrevivimos; desde la minga hasta la olla comunitaria. 
El bingo solidario es nuestro crowdfunding. La polla, nuestro microcrédito entre pares".

Los abundantis eran optimistas tecnológicos:
-"No os preocupéis, la tecnología nos salvará!"- repetían sus gurús en los seminarios

Los escasitos eran pesimistas institucionales. 
-"Y ahora, quién podrá defendernos?"- declamaba su anti-héroe favorito.

Los hijos de Abundancia iban a colegios de Abundancia para seguir siendo abundantis. Sus papás les compraban los compañeritos, para que encontrasen en el futuro un trabajo digno de un abundantis.
Los hijos de Escasez iban a escuelas de Escasez, con profesores escasitos, y probablemente seguirán siendo escasitos. Un escasito se alegraba de encontrar un trabajo digno, pues muchos ignoraban su significado.

Raramente un abundantis se casaba con un escasito. 
Y cuando eso ocurría, las familias se miraban con recelo.
¿Qué pensaría el resto?

Para bien o para mal,
los escasitos son abundantes, y los abundantis, escasos.

domingo, 11 de octubre de 2015

Yo también... a veces.

Yo también me comporto cruelmente... a veces.
Yo también incumplo la ley... a veces.
Yo también soy flojo... a veces.
Yo también falto a la verdad ... a veces.
Yo también maltrato a mi mascota... a veces.
Yo también abuso de mi poder... a veces.
Yo también cometo injusticias... a veces.
Yo también me equivoco... a veces.
Yo también me pongo agresivo... a veces.
Yo también discrimino... a veces.
Yo también peco... a veces.
Yo también incumplo mi palabra... a veces.
Yo también contamino... a veces.
Yo también como más de la cuenta...a veces.
Yo también me refugio en la indiferencia ante la injusticia... a veces.
Yo también proyecto en otros mi propia sombra... a veces.

Yo también culpo a otros de lo que niego en mí... a veces.
‪#‎abrazatusombra‬