Los últimos días han vuelto a sorprenderme con una serie de coincidencias tan inesperadas como significativas.
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Paralelamente, recibí tres cartas en una semana: una portaba un No desde Flandes. Las otras dos traían sendos síes desde las Antípodas. Dos señales apuntan a Wellington. Una buceó con los delfines, mientras la otra abrió senderos nunca antes vistos.
Quienes hayan leído "La Novena Revelación" o "The Celestine Prophecy" conocerán el significado de las coincidencias. Hay quienes ven en las coincidencias señales del Espíritu Santo. Hay quienes solo creen en el azar, las probabilidades y la estadístíca. Y tambien estamos los que creemos que si no eres capaz de ver milagros en todo, no eres capaz de ver milagros en nada.