martes, 19 de julio de 2016

Cantil

Una mañana de verano
sales a caminar por el acantilado.
Ejercicios de chi-kung al sol matutino
respiras, respiras, 
oscilas como bambú,
mueves nubes, 
mueves montañas,
y sonríes al mundo desde el corazón.

Das el primer paso
sembrando en la mente una pregunta,
que desata un torbellino de preguntas
¿quién soy yo? ¿qué es para mí lo importante?
¿mi familia, mi trabajo, mi cuerpo…?
¿solo lo mío? ¿dónde queda lo nuestro?
¿acaso hay algún nosotros sin ellos?
¿cuál es mi siguiente paso?
¿qué necesito hacer para evolucionar?
¿qué es evolucionar? ¿conservar y transformar?
¿cuidar y crecer? ¿crecer con cuidado?
¿cuidar para crecer o crecer para cuidar?
¿cuidar creciendo o crecer cuidando?
...no hay disyuntiva sin copulativa.

De pronto, una araña teje silente su red,
teje con cuidado, y su red crece y crece
y en sus hilos atrapa gotas de rocío.
No busca ser artista ni producir belleza,
sólo es profunda y genuinamente araña
haciendo lo que mejor sabe hacer.

El rocío no busca reverdecer la montaña,
solo es genuina y profundamente rocío.
Y al serlo, transforma y revitaliza lo que toca.

A cada lado del sendero,
hierbas, flores, cardos, helechos, hinojos
crecen y crecen, sin culpa ni cuidado.
y entre las flores pululan
abejas, avispas, tábanos, abejorros, mariposas…
Ninguna de ellas compite ni le importa.
No escriben su visión ni su misión.
Sólo vuelan, liban y se van.
No buscan transformar a la flor,
no buscan dar fruto,
ni llenar de colores el campo.
No tienen metas de productividad a fin de mes,
ni siquiera aspiran a sostener la vida en la tierra
Sólo vuelan, liban y se van.
Son profunda y genuinamente
abejas, avispas, tábanos, abejorros, mariposas
y al serlo, polinizan, dispersan, cruzan, fertilizan,
cuidando sin saberlo los ciclos de la vida.
No se enorgullecen ni vanaglorian
ni comparten su logro en las redes sociales.
¿Y sin ellas? ¿Qué seríamos sin ellas?


Sopla una brisa marina,
caminas sobre las dunas colgantes,
sientes la arena bajo las plantas de tus pies,
y el viento sopla algo más fuerte,
y los granos de arena danzan sobre su cornisa.
El viento no busca transformar la duna.
Solo sopla, genuina y profundamente como viento que es
Y al serlo, transforma la duna, mueve su arena,
transporta nutrientes de desiertos a selvas
atraviesa océanos y continentes,
aviva fuegos y causa huracanes.
Sin culpa, ni miedo, ni orgullo, ni vergüenza,
sólo aire en movimiento.

El mar no busca transformar el cantil.
El agua no busca transformar la roca,
y sin embargo lo hace.
Siendo radical y profundamente mar,
sus olas danzan día y noche.
Las rocas no se resisten, 
solo son profunda y radicalmente rocas.
Y al serlo, se disuelven lentamente en el mar.
Las olas no buscan astutamente la grieta,
ni introducen con cuidado la semilla.
Tan solo braman, siguen sus ciclos,
al son de la luna y el Sol
y tras siglos, agrietan los bordes de la tierra.

Y de pronto te descubres caminando
entre enormes grietas y grietas y más grietas
de acantilados rocosos,
y brotes de vegetación naciendo entre sus bordes,
hierbas, flores, cardos, helechos, hinojos.
caminas sin rumbo
sin apego a expectativa
sin apego al resultado.
Sólo caminas. 
Radical. Profundo. Genuino.
Aceptado cómo único por el uni-verso.

¿Cuántos años buscaste transformar a otros?
¿Cuántos esperaste inútilmente 
que se transformaran
según tus expectativas?

Cuánta energía derrochada...
años que se fueron entre los dedos
como el agua de las olas,
como la arena de este suelo,
volátil y dispersa como cada pregunta
en silencio llevada por el viento.